El mes de Febrero para los brasileños es sinónimo de fiesta y es en este período que el pueblo revela su esencia, alegría, creatividad, musicalidad y toda su irreverencia. 

Durante los 5 días de carnaval, Brasil se transforma en un espectáculo de luces, sonidos, ritmos y colores que componen la mayor manifestación popular del planeta. Los que no conocen los ritmos de esta época del año verán apenas la exaltación y felicidad de millones de personas día y noche por las calles, sin un motivo aparente. En realidad existe toda una lógica y un programa bastante preciso para este período: Los "trios elétricos" , enormes carros con shows en vivo, en Salvador de Bahia, los desfiles de las escuelas de samba en Rio de Janeiro y São Paulo, el " frevo " de Pernambuco en los carnavales de Olinda y Recife; en fin... es toda una alegría que se extiende por la calles de barrio en barrio y de ciudad en ciudad; en los clubs, en los bares, en los hoteles, en las casas y playas de Norte a Sur. El carnaval es un símbolo inequívoco de la gran mezcla racial y riqueza regional que conforman la cultura brasileña.

El carnaval coincide con el verano, cuando los cariocas están de vacaciones. Aquí la fiesta es una invitación seductora que atrae millones de personas de todo el mundo.

Las fiestas de carnaval más famosas son las de Rio, Salvador y Recife. Oficialmente el carnaval se inicia el Domingo y termina el Martes; casi siempre en el mes de Febrero (la fecha sigue el calendario apostólico católico romano, contando 40 días antes de la Pascua)

El origen del carnaval brasileño lleva al inicio de la colonización y de la herencia de tradiciones de la corte portuguesa, y uno de sus referentes, las máscaras italianas. Inicialmente, el carnaval brasileño era un carnaval de " rua " es decir de calle, con manifestaciones un tanto brutas, que incluían lluvias de harina, huevos y agua. Con el pasar del tiempo estas manifestaciones se " civilizaron" y adquirieron gracia y elegancia, pasando a usar esencias de limón, helados y pequeñas esferas de cera perfumada para lanzar sobre la multitud.

En el año 1834, se acentuó en el país el gusto por las máscaras, que eran confeccionadas en cera o cartón simulando caricaturas y hocicos de animales. Luego surgieron las fantasías dando más vida, "charme" y color al carnaval, tanto en los salones privados, como en la calles. El primer baile de carnaval del que se tiene noticia fue realizado en 1830, por iniciativa de un italiano, en el Hotel Italia, en Rio de Janeiro.

La repercusión fue tal, que centenas de bailes surgieron, marcando entonces de forma más clara las diferencias sociales existentes: de un lado el carnaval de calle, popular y al aire libre; y del otro el carnaval de salón frecuentado por una clase media emergente. A principios del siglo XX nacen las matinés, bailes en áreas abiertas, con concursos de la más linda señorita, la más linda fantasía y los mejores bailarines. El carnaval crece a cada año y se transforma en parte integrante de la realidad cultural brasileña.

No obstante el retumbante suceso de los bailes de salón, fue en la esfera popular que el carnaval adquirió la forma genuinamente brasileña. En esta época aparecen los carros alegóricos que promocionaban asociaciones carnavalescas como los “Cordões” (Cordones), y fueron en la práctica los precursores de las actuales Escolas do Samba y Blocos Carnavalescos; una vez que ya tenían música propia, exhibían su propio estandarte y estaban bajo las ordenes de un maestro. La primera música compuesta exclusivamente para el carnaval fue “Ô abre ala", la marchita de Chiquinha Gonzaga, figura importantísima en la cultura del carnaval y responsable por la animación de esta enorme fiesta durante 3 años seguidos. De esta música derivan muchos estilos usados en estos días, pero ha sido el punto de partida del samba actual.

Carnaval Fuera de Época

En Brasil, es común decir que cuando las bahianas no están de fiesta es porque están preparándose para una!

Puede ser una exageración, pero son los bahianos que, por ejemplo, han inventado la “micareta”, más conocida como el carnaval fuera de época y que se ha difundido rápidamente por casi toda las capitales del país y demás ciudades, para mantener alto el nivel de ánimo del pueblo brasileño a lo largo de todo el año.

Aquí la diversión es asegurada nuevamente por los tríos eléctricos y los niveles de excitación y motivación de la gente son iguales o mayores que los del mismo carnaval, original en Febrero. Asimismo, para participar hay que usar la vestimenta o “Abadá”, que permite ingresar a un bloco.

El carnaval fuera de época tiene su propio calendario: por ejemplo el " Carnabelô", es siempre en Junio en la ciudad de Belo Horizonte, capital de la provincia de Minas Gerais; en Julio el “Fortal”, en la ciudad de Fortaleza; en Agosto la “Micarecandanga”, en Brasilia; en Septiembre la “São Paulo Folia”, en São Paulo; en Octubre la “Recifolia” en Recife y en Noviembre el “Carnatal”, de la ciudad de Natal.


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