Jericoacoara o Jeri como la llaman cariñosamente los locales, es una pequeña villa de pescadores a 220 km de la capital, Fortaleza. 

Apenas distante de la línea del Ecuador, con 320 días de sol al año, ha sido elegida por el Washington Post como una de las 10 playas más lindas del mundo. Jeri es circundada por dunas entremediadas por lagunas de agua dulce, cristalina y azul, mar calmo y una enorme duna sobre la cual todas las tardes se junta la gente para asistir a una de las puestas de sol más lindas de Brasil.

En 2002 fue decretado Parque Nacional con 6.850 hectáreas, aportando muchas restricciones para nuevas construcciones y más controles para mejor preservar el medio ambiente.

El constante viento de Julio a Diciembre es una invitación para la práctica de deportes náuticos: está entre las mejores playas del mundo para deportes de vela como windsurf, kitesurf y vela. Jeri es indicada para quienes desean relajar, caminar largas extensiones de playa, hacer paseos en bicicleta y probar la emoción de bajar vertiginosamente por las dunas en buggys o cuatriciclos. 

Los paseos por los alrededores hasta la famosa Pedra Furada, por lagunas y dunas, perdidas villas de pescadores, son excelente opción.

En la villa hay pequeños restaurantes, bistrós y bares donde se puede escuchar música en vivo y comer a la luz de las velas. Los "Luaus", tradicionales fiestas nocturnas, son frecuentes en noches de luna llena y llenan de magia y animación la noche en pleno contacto con la naturaleza y tranquilidad del lugar.